Por:
Abraham Aparicio
Militante
del Psuv
Quien
les escribe es un constante usuario del Metro de Caracas; por lo que las líneas
que a continuación les escribo vienen cargadas de la experiencia y el
conocimiento de cómo se desarrolla la vida del venezolano dentro de este
sistema, que sin duda alguna forma parte del día a día de quienes
constantemente debemos utilizar este servicio para poder llegar a nuestros hogares,
trabajo y otros destinos.
En otrora, la llamada “cultura metro”
reinaba dentro de las instalaciones y definitivamente era una especie de
escuela en la que los venezolanos, aprendían a “comportarse” puesto que allí
era otro “mundo”, era el metro un espacio para la disciplina y el orden, era el
lugar donde cada ciudadano demostraba su nivel de cultura y su educación. El
metro de Caracas sin duda, no solo era el medio de transporte por excelencia
sino la escuela itinerante de la cultura, la educación y la disciplina por
decirlo de alguna manera.
Cuando nuestro Comandante Chávez llego
al poder, vimos como la ampliación de este sistema se acelero a pasos
agigantados y ya no solo era la línea 1 y la 2, sino que en este trayecto se
concluyó la línea 3 y nacieron las líneas 4 y 5, pero además nuestro Gobierno
Revolucionario “enlazo destinos” y vimos obras extraordinarias como el metro
cable de San Agustín, el de Mariches, el Ferrocarril, el Metro de Los Teques y
el Cabletren Bolivariano de Petare; entre muchas otras que podría mencionar, lo
cual sin duda nos ponía a la vanguardia de una verdadera revolución en materia
de transporte superficial.
Sin embargo, hoy nuestro metro está
siendo objeto de un verdadero ataque sistemático que lo ha llevado a estar en
el más completo abandono, tanto de los que allí trabajan (sin caer en la
generalización), como de las autoridades y lo que es más cruel; los usuarios y
usuarias; quienes han perdido el sentido de pertenencia hacia un bien que es de
todos y todas; que merece el mayor de los cuidados porque de él depende la vida
diaria de más de 15 millones de personas (creo que me quedo corto), que lo
utilizan a cada segundo.
Hoy, el metro es una especie de circo
romano; donde las personas entran a combatir contra la delincuencia organizada
que operan de manera campante, robando carteras, celulares, dinero y/o
cualquier objeto de valor que vean “mal parado” o que sus dueños anden
descuidados, los vendedores informales están a la orden del día, ofreciendo
cual mercado informal, sus productos que van desde caramelos, galletas,
tostones, maní, pasando por bolígrafos, lápiz, revistas, periódicos hasta
tomate, cebolla, cilantro, papa, yuca y pare usted de contar, algo parecido es
la situación con los mendigos.
En ese circo que hoy es el metro, los
usuarios además de combatir contra los que van dispuestos a darles sus
trancazos a cualquiera si los toca; también van preparados en caso de que haya
que aplicar la ley del talión, porque una “vaina es ser tranquilo y otra es
dejarte robar o joder” por cualquiera que crea que tiene “2 testículos o 2
ovarios más que tú”; lo peor es que aquellos usuarios que en otros tiempo
demostraban su “cultura y educación” cuando entraban al metro, hoy se han
convertido en una especie de manada de animales (con el perdón de los animales,
ya que ellos no causan esos males) que sin ton ni son, se aglomeran en las
puertas de los vagones y sin el mas mínimo sentido común, forzan las puertas,
violan las normas establecidas y arrasan con todo lo que consiguen a su paso
porque “están apurados”.
Desde mi posición como ciudadano y
usuario, hago la crítica en primer lugar a los ciudadanos que como lo dije
anteriormente han perdido no solo el sentido de pertenencia, sino del sentido
común; porque mire que hay que ser bastante ignorante para dañar las
instalaciones, las escaleras, torniquetes y vagones a sabiendas que es un bien
que necesitamos a diario; en segundo lugar, mi critica va hacia las autoridades
gubernamentales que al parecer no tienen la voluntad política para corregir los
entuertos y ponerle coto a esta situación, va para ellos que son los primeros
responsables en garantizar que la “cultura metro” no se pierda y que la gente
sienta como propio esté bien público que nos pertenece a todos, son ellos (las
autoridades) los que deben accionar con decisiones contundentes y planes
estratégicos para que todos y cada uno de los elementos que conforma el metro
funcionen; y en tercer lugar a los trabajadores y trabajadoras que lejos de
velar por el correcto funcionamiento del sistema, se “hacen los locos y las
locas” ante las irregularidades cometidas por los usuarios.
Particularmente, no me gusta criticar
por criticar; porque sería caer en más de lo mismo y como soy un “chavista
convencido”, jamás podría criticar para destruir a nuestra revolución porque
bastante que hemos hecho en estos 17 años que llevamos luchando en contra de
esa cultura capitalista que nos han intentado imponer durante siglos; pero
tampoco puedo callar ante lo que es evidente y que lo padezco a diario porque
como les decía antes, utilizo el metro todos los días de mi vida y duele ver
como cada minuto que pasa se acentúa el mal.
Una crítica debe venir acompañada de
una propuesta, y como he criticado a las autoridades, al usuario y usuaria, a
los trabajadores y trabajadoras; me atrevo hacer 3 propuestas:
1.
A las autoridades les propongo que de una vez
por todas incrementen el costo del
pasaje en el metro (la población así lo exige y con tan solo explicarles
las medidas lo entenderán aun mas y los respaldaran; recuerdan como fue el tema
de la gasolina?), ya que de él depende la mayor parte de las soluciones en
materia económica; tenemos un ingreso actual de 30.000.000Bs diarios que no
cubren la operatividad de los cerca de 500.000.000Bs diarios que requerimos
para el pago de personal, mantenimiento de vías férreas, cambio de torniquetes
y escaleras mecánicas (instaladas hace 38 años con una vida útil de 20 años),
elaboración del ticket que por cierto para hacerlo hay que pagar 3 veces lo que
cuesta el pasaje (lo mismo pasa con la tarjeta), mantenimiento de equipos
tecnológicos y de audio, entre otros; lo que representa un déficit de poco más
de 90%.
a.
El
metro cuenta con una cantidad de vallas
publicitarias, en las que se pueden diversificar los comerciales de
empresas públicas, privadas, mixtas, pyme, entre otras y así recaudar recursos
para su funcionamiento, el capitalismo no nos va a vencer con una propaganda si
la sabemos orientar; pero si nos puede ganar con un mal servicio.
b.
También
cuenta con locales comerciales, en
los que podemos ampliar, dinamizar y hacer más interesante para los usuarios el
expendio de productos y evitar que la buhonería nos gane el terreno dentro de
los vagones.
c.
Coordinar con la PNB, GNB,
Milicia, Cuerpos de combatientes y hasta el ejército un plan de seguridad que permita
chequear entradas, salidas, torniquetes, andenes y vagones de las personas que
usan el sistema, con el fin de garantizar que nadie entre armado o con
productos que sean comercializados dentro de las instalaciones.
d.
Crear un equipo de voluntarios
y voluntarias
que se encarguen de visualizar que cada usuario utilicen un ticket al pasar por
los torniquetes y que ningún ciudadano deje de cancelar el pasaje, este equipo
puede ser entrenado para que las casetas que hoy se mantienen cerradas (no sé
porque motivo) funcionen para vender los tickets.
e.
Activar el Plan de Concienciación
al Usuario,
para que se apliquen las medidas correctivas y se les enseñe al usuario a
través de charlas, foros y video foros el uso correcto de las instalaciones del
metro.
f.
Proponer a la Asamblea
Nacional Constituyente,
que cree una Ley para tipificar los delitos dentro del metro como daños al
patrimonio y a los bienes públicos y sancionar con medidas privativas de
libertad, multas y trabajo voluntario (según el grado del delito) a los
usuarios que infrinjan las normas.
g. Crear
un Plan de Atención al Trabajador y Trabajadora (de no existir), con el fin de incentivar y motivar a ese recurso humano que día a
día acompaña la gestión de ustedes como autoridades.
2.
A los trabajadores, les propongo que se organicen en cuerpos de combatientes y de
protección al metro, no podemos hacernos los “locos y locas” cuando vemos
que se incumplen las normas del metro, callar ante una caseta cerrada,
torniquetes libres, mal uso de las escaleras mecánicas, force de puertas,
rayado de paredes, vagones y trenes, vendedores ambulantes y mendigos; nos hace
cómplice y ayuda en gran medida a que se incremente la anarquía que ya existe
dentro del sistema metro.
a.
Coordinen y participen con las
autoridades
de manera eficiente y eficaz las medidas que se hayan de aplicar.
b.
Trabajen en conjunto con el
Poder Popular
(Consejos Comunales, Comunales, Organizaciones, Movimientos) para el resguardo
y protección tanto de ustedes como trabajadores, así como de las instalaciones.
c.
Asuman su rol de servidores
públicos y no
caigan en la trampa del capitalismo, con su máxima de “hagamos fiesta lo que
nada nos cuesta”, ustedes son los primeros garantes de mantener el orden, la
disciplina, la seguridad y el cuidado de las instalaciones; porque es ese sistema
quien les proporciona de sus beneficios para el bienestar de su familia.
3.
A los usuarios, les llamo a actuar con conciencia, con sentido común y de
pertenencia; recuerden que el metro es un bien de todos y de todas que
debemos cuidar para llegar seguros, rápido y tranquilos a nuestros destinos.
a.
Colaboremos con los
trabajadores
y mantengamos una conducta decorosa y adecuada para con nuestros compatriotas.
b.
No saltes por encima de los
torniquetes,
ni pases por debajo.
c.
Compra tu ticket, ya que con ello están
contribuyendo al mantenimiento permanente del metro para que tengas un servicio
de calidad.
d.
No rayes las paredes, casetas y vagones, ese tipo
de acciones deteriora las instalaciones y afean el ambiente.
e.
No forces las puertas de los
vagones, cada
vez que lo haces dañas el sistema y contribuyes con la inoperatividad del
mismo.
f.
No compres alimentos, bebidas, golosinas u otros
productos ofrecidos por los vendedores ambulantes; con ello contribuyes con el
mal estado de los vagones.
g.
No pases la raya amarilla, recuerda que ella representa
el límite de tu seguridad.
h.
No contribuyas con la
mendicidad, en
muchas ocasiones son personas inescrupulosas que no requieren de ayuda alguna.
i.
Colabora con las autoridades
en materia de seguridad
y no contribuyas con la anarquía.
j.
Mantente alerta, con tus pertenencias y toma a
tus niños de la mano.
No
es difícil, volver a convertir al Metro de Caracas en lo que fue; un servicio
de calidad, eficaz y eficiente para el disfrute de todos y todas.
Juntos
somos más y nos toca como ciudadanos venezolanos cuidar de nuestros recursos.
En
una próxima entrega, les hablare del sistema de ferrocarriles de los Valles del
Tuy!
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